Estufa de leña: los escollos inesperados que casi le cuestan la vida a una pareja

Recientemente, un dramático incidente en Saint-Saturnin-lès-Apt destacó un peligro que a menudo se pasa por alto: el envenenamiento por dióxido de carbono. monóxido de carbono. Una pareja de sesenta años estuvo al borde del desastre debido a una estufa de leña defectuosa. Este trágico suceso plantea interrogantes sobre las medidas de seguridad que deben adoptarse para prevenir situaciones de este tipo. En este artículo, exploraremos los riesgos asociados con el uso de estufas de leña y las precauciones necesarias para garantizar una seguridad óptima en su hogar.

El peligro invisible

EL monóxido de carbono, producido durante una combustión incompleta, es particularmente formidable. Incoloro e inodoro, este gas puede acumularse en espacios cerrados, exponiendo a sus ocupantes a un riesgo de intoxicación. Cada año se producen cientos de muertes y miles de intoxicaciones a causa de este flagelo. Un mantenimiento adecuado de los aparatos de calefacción suele ser insuficiente para garantizar la seguridad de los usuarios.

Precauciones a tomar

Precauciones a tomar

Existen recomendaciones muy conocidas, como el mantenimiento de los electrodomésticos y la ventilación de la habitación, pero también hay varios consejos que merecen tu atención:

  • Inspecciones periódicas de los conductos de humos. : Una inspección con cámara térmica puede detectar grietas invisibles que pueden liberar monóxido de carbono.
  • Evite secar la ropa cerca de sistemas de calefacción. : Esto puede perjudicar la combustión y favorecer la producción de gases tóxicos.
  • Cuidado con otras fuentes de combustión. : Las velas y las lámparas huracanadas, incluso en pequeñas cantidades, pueden generar CO en un espacio mal ventilado.
  • Mira el sorteo : Un tiro mal regulado en la estufa puede perturbar la combustión, haciendo que el aparato sea peligroso. Instalar un regulador puede mejorar la seguridad.
  • Haga que sus detectores de CO sean funcionales : Pruébelos al menos dos veces al año para asegurarse de que funcionan correctamente.

Zonas de riesgo

Es fundamental prestar atención a espacios que a menudo se pasan por alto, como garajes y talleres, que pueden convertirse en verdaderas fuentes de peligro. Algunas precauciones adicionales incluyen:

  • No utilizar motores de combustión en espacios cerrados., aunque sea brevemente. Esto puede provocar una rápida acumulación de gases tóxicos.
  • Aislar las chimeneas de anexos no utilizados. para evitar concentraciones de fugas de gas.

La vigilancia es esencial para prevenir los peligros asociados con la calefacción de leña. Teniendo en cuenta estas recomendaciones podrás disfrutar del calor de tu estufa de leña mientras proteges tu chimenea de riesgos invisibles.

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